En aBraza, nuestra piscina está especialmente diseñada para sacar todo el partido a la matronatación:
La temperatura es ideal para que los bebés se sientan a gustito; su tratamiento salino en vez del cloro tradicional previene cualquier problema de la piel; por último, su tamaño y forma asimétrica invitan al juego, la diversión y la exploración. Si vives cerca de Murcia, ¡ya sabes dónde encontrar tu centro de matronatación! En breve empezaremos a construir nuestro centro, y esperamos abrir a principios de 2025.
Ahora te explicamos bien de qué va: el término parece un poco complicado, pero la matronatación no es más que la estimulación del bebé en el agua. No se le puede llamar natación, porque un bebé no está preparado para empezar a nadar antes de los tres años. Sin embargo, desde el nacimiento y hasta los 9 meses, es capaz de contener la respiración debajo del agua de manera innata. La matronatación aprovecha este reflejo involuntario para familiarizar al bebé con el agua de una manera natural y agradable.
Lo primero que una familia suele pensar al oír hablar de la matronatación es que evita el peligro de ahogamientos. Por supuesto, será una gran herramienta de prevención, pero nunca hay que confiarse ni dejar a un niño pequeño solo cerca del agua. Lo más interesante de la matronatación, en nuestra opinión, son los enormes beneficios que aporta al desarrollo global del bebé. Todavía queda mucho por estudiar en este campo, pero ya existen estudios científicos que demuestran que los niños mejoran su motricidad gruesa ¡y su capacidad de razonamiento! tras seis meses de estimulación acuática, y lo hacen en mayor medida que los niños que hacen deporte fuera del agua.
La matronatación reúne varios factores clave:
Lo primero, por supuesto, es la propia naturaleza del agua, que desafía todos los sentidos y, a la vez, permite una libertad de movimientos imposible en otro entorno. Para un bebé, estar inmerso en el agua es un estímulo increíble. Desde el primer momento, mueve los brazos y las piernas de manera totalmente intuitiva, con los ojos muy abiertos.
También es muy importante entender que, durante la matronatación, el bebé experimenta, explora, aprende y se divierte porque está en compañía de un adulto en el que confía totalmente. En este rato, papá o mamá y bebé estrechan los vínculos afectivos. De hecho, es fundamental no perder esto de vista: ¡sin diversión, no hay estimulación!
Por último, y por si los beneficios sobre los sistemas cognitivo, motriz y afectivo no fueran suficiente, la matronatación aporta otras ventajas en el día a día: es habitual que, después de esta actividad tan agotadora, los peques coman y duerman mejor de lo normal.
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Bibliografía
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